Una de las mayores alegrías de un apicultor resulta de que un enjambre elija una de sus colmenas vacias para instalarse. Previamente a la llegada de éste, abejas exploradoras habrán elegido por consenso el mejor de los posibles nuevos hogares y lo habrán limpiado. Entonces, sobre el medio día, tras llenar las abejas sus buches de miel, la reina sale de la vieja colmena falta de espacio y vuela envuelta por una nube de unas 20.000 abejas hasta su nuevo hogar.
Existe un olor que hace especialmente apetecible un hogar a las abejas. Es el de los excrementos de la polilla que devora la cera cuando una colmena queda deshabitada.
Enjambre entrando en una colmena vacia.
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