marzo 18, 2008

Consume miel del terreno y de temporada.

Cuando termina una floración el pequeño apicultor extrae la miel de los panales y la deja reposar en decantadores para separar las impurezas. Este proceso no se puede alargar, si no, la miel se endurece y se hace casi imposible de envasar sin ser removida o calentada, perdiendo así aroma, sabor y propiedades.
En algunas tiendas también se vende miel recién envasada de muy buena calidad.

No ocurre así cuando la miel es vendida a un gran almacén. Allí permanecerá hasta que lo imponga la demanda. Entonces es mezclada y calentada para hacer posible su envasado y distribución hasta las estanterías del supermercado.


El sibarita de las mieles disfruta de las floraciones en sus paseos por los campos y busca al apicultor de la zona para encargarle la miel recién envasada. Así, tras la efímera floración, destapa en su casa un frasco de energía floral y rememora olores y sensaciones absorbiendo la energía de aquel sol. Vamos, un regalo "de" o "para" los dioses.

Miel Cristalizada como exfoliante natural.

Entre las numerosas propiedades de la miel se encuentra la de nutrir e hidratar la piel.

La miel nos aporta vitaminas, oligoelementos y aminoácidos, y cuando se endurece y cristaliza (a menos que haya sido calentada para evitar este proceso natural) se convierte en un agradable exfoliante eliminando células muertas y regenerando la piel.
Se puede aplicar con agua para reducir su viscosidad y facilitar su aplicación, y se elimina rápidamente con agua tibia.
Además aporta agradables sensaciones a la vista, tacto, olfato y gusto, dejando la piel relajada, suave y sedosa.

Algunos también nos afeitamos con ella.

Si nunca lo has probado, pruébalo a poder ser con una miel de confianza.